jueves, abril 23, 2009



¿Qué pasa cuando el cura deja de creer en sus sermones?

sábado, abril 18, 2009

Guórale!

Tenía rato sin despertarme después de medio día, yo creo que más de 2 años, desde que mi primo se quedaba a dormir en mi casa o yo me iba a su puebrancho y no quedaba de otra mas que esperar a que se pinche despertara.

Oficialmente, ayer fue el último día de clases del cuatrimestre, así que cuando vi que la fiesta/peda/juntada/carne asada del trabajo se iba a prolongar hasta bien entrada la noche y que mi casa estaba convirtiéndose en un asco de botes, botecitos, botellitas y botellotas, ni siquiera opuse resistencia, es más, sentí un cierto placer en ayudar con muuuchas ganas a la colección de basura.

Al final, solamente sobrevivimos 4, jugando baraja y comiendo recalenetado de microondas y tomando agua para la resequedad. ¿5 am?

No hay bronca, aún queda tiempo de una mano antes de que llegue el repartidor de periódicos.

Nota mental: Cómo cambiamos cuando nos quitamos los trajes.

domingo, abril 12, 2009

Lecciones de mar

El pelicano se ha dado cuenta que hay más peces escondidos entre las piedras que nadando fuera de ellas. Tal vez sea más peligroso zambullirse para alcanzarlos... probablemente se golpee un poco antes de conseguir algo de comer, mas al final, conseguirá incluso más de lo que ocupa.

Que bueno es saber que ya no vivimos como antes.

domingo, abril 05, 2009

Eltripie

Que ironía, antes no podía hacer viajes chingones a otros lados porque no tenía trabajo con el cual poder financiarlos.

Ahora que ya llevo más de 6 meses trabajando y ahorrando de manera regular, no puedo hacer viajes chingones porque, pues, hay que seguir trabajando.


Fuck.

viernes, abril 03, 2009

Crazy times

Hoy estaba sólo en la casa, lavando los platos de la comida para después irme a trabajar, ahí por eso del medio día. Mientras veía como la espuma del jabón se iba por entre la coladera del zinc, los pensamientos la acompañaban.

Ya no soy tan explosivo, ni tan impulsivo ni tan poco previsible como solía serlo. Parece ser que ya no hay aventuras surrealistas ni persecusiones grand vitesse. Ni siquiera se encuentra la mayoría de la gente correcta para vivirlas.

Y aunque estoy conforme con la mayoría de las situaciones en este momento, hay veces en las que aún añoro esos eventos de locura valemadrista.

Definitivamente me hace falta irme a acampar.