Wow, no había escrito nada productivo, y que conste que no estoy diciendo que alguna vez en mi vida haya escrito algo productivo, pero por suerte los estudiantes siempre le podemos echar la culpa a la sobresaturadora escuela cuyo yugo se encuentra sobre nuestras cabezas. Y no nomás le podemos echar la culpa sobre la escasez de bits en los blogs, también hay otras circunstancias:
Caso 1:
Muchacha: ¿Por qué demonios no has venido a visitarme? Ash, eres un novio de lo peor.
Estudiante: Lo siento, es que tengo demasiadas tareas, no tengo tiempo ni para comer. (Con cara de perrito maltratado)
Muchacha: Ayyy, pobresitoooo, vente, vamos a apañar para relajarte.
Estudiante: :)
Caso 2:
Padre/Madre/Tutor: ¿Por qué demonios llegas a estas horas de la madrugada, hijo de tu madre?
Estudiante: Oooo, jefecito…puss…puss…es que estaba en casa del fercho haciendo la tarea.
Caso 3: (posible continuación del anterior)
Padre/Madre/Tutor: ¿Y por qué demonios hueles a cerveza?
Estudiante: No puss…es que…es que era tarea de química y estábamos trabajando con los alcoholes…mire: E-et-anol, m-m-metan-n-ol, prop-propanol. Ándile, ¿Cómo la ve? *hic*
Caso 4:
Suegro: Hijo de tu madre, ¿Qué haces arriba de mi hija?
Estudiante: No se preocupe, señor, estaba haciendo un chequeo bucal de rutina y me da gusto informarle que su hija no tiene caries. (poniéndole especial énfasis en las últimas 3 palabras)
Suegro: ¿A si? ¿Y por qué tiene los pantalones abajo?
Estudiante: Estoy probando un nuevo método de revisión de anginas…si.
Y como estas situaciones, muchas. Así es que tú, sí, tú, jóven de esperanzas vacías, pensamientos vagos y responsabilidad nula, la próxima vez que te encuentres en problemas, no te preocupes, usa el ya patentado y científicamente comprobado “Método del estudihambre”, desarrollado por los creadores de “Me duele la cabeza” y “Es que ando en mis días”.
Nota mental: No se me ocurre ninguna, es que tengo mucha tarea.
Sheko.