Excuse moi
La semana pasada tenía planeado hacer un post muy diferente a los que escribí, pero ya ven lo que pasó y la neta me dió mucha hueva escribir.
Pero bueno, aquí llegó, con una semana de retraso, el post del excuse moi.
Una de las cosas que para mí es indispensable es mi excusado. Sí, los tomamos muy por sentado y muchas veces ni atención les damos. Siendo que estos batos, son tan compas, que aguantan nuestro peso, no sobre sus hombros, pero sí sobre su boca. Escuchan todos los pedos que traemos y la mierda que nos da la vida. Son nuestros compañeros de lectura. De adolescentes, eran nuestros compañeros de juegos secretos y tardados y repetitivos, up and down and up and down.
Yo la verdad me siento intimidado cuando visito uno nuevo, que madres, al mío ya le tengo las medidas y las distancias. Es mas, ya hasta se amolda a mi cuerpo.
Recuerdo hace unos años, una vez que se rompió el excusado que teníamos, no pregunten por qué, y cuando regresé de la escuela y después de comer era la hora de ir. Raudo y veloz me dirigí y sin voltear la mirada, me senté. ¡Santo Monstruo de Espagueti Volador! Cual fue mi sorpresa al ver que teníamos uno nuevo, de esos modernos...raro.
Les juro que nunca en mi vida me había sentido tan violado.
Nota mental: Deldos.
Sheko.