To breathe

Me impresiona ver que en el trabajo hay un bato que es más narizón que yo ya que, los que me conocen saben que tengo la nariz un poco (¿poco?) grande (and proud of it). Esto me hace recordar la época en que yo era apenas un preadolescente beisbolista y en proceso de desarrollo hacia la galanura, cuando entrenaba por las tardes, después de la escuela, y mi entrenador (una de las 7 estrellas de mi tatuaje) me decía, para que no creciera aún más traumado, lo siguiente:

"A las mujeres les gustamos más los hombres narizones porque les gusta que cuando las besamos, les respiramos en el oido."

Casi 8 años después, sé que no solo eso les gusta cuando exhalo de tan cerca.

Nota mental: Añil.

Sheko.