Bizcocho aguado
El otro día salí de un salón después de terminar un examen(sí, porque ya estoy en exámenes) y venía por el pasillo pensando en como a veces decimos las cosas sin pensar y/o en momentos completamente inadecuados y la cagamos bien duro para después embarrarla por todos lados, cuando me topé con un wey que no no no mames, ¡se parecía un putero a Wes Borland!
No pinches mames, dije, mi heroe de preadolescente(admitan que les gustaba Limpbizkit y que nadie sabia escribirlo correctamente en un principio).
Para quien no recuerde quién es este cabrón ahí les va una foto:
Bueno, ahí no se ve muy bien porque esta lejitos. Aquí les pongo un close up:
¡Que la chingada! En todas sale pintado, mmmmm, aquí mejor esta donde no anda de travesti de carnaval Guaymense:
Puta, ya se han de imaginar que el wey que vi estaba bien pinche feo e hizo un gesto muy muy raro cuando me puse a cantar “It’s all about the he say’s she say’s bullshit!”
¿Por qué se pintan? Me caga que se pinten los hombres, más si no eres músico en concierto o en alguna otra presentación, ni es halloween. ¡Argh! Me cagan los emos.
Nota mental: Lol, emo.
Sheko.