miércoles, julio 23, 2008

TMNT

Esta noche vengo a compartir con ustedes mi dolor, yo sé que no les importa, mas con ese dolor viene a la vez un profundo odio y aberración desmesurada.

Yo solía tener una tortuga del desierto, si, era la onda. Corríamos grandes distancias por las mañanas, pisteábamos juntos por las tardes y en las noches nos ibamos a ligar sucias a los antros de mala muerta a las orillas de este hoyo de ciudad.

El vivía(si, era macho) en un pasillito en mi casa y al crecer más, decidí construirle una especie de hábitat en el patio trasero, con espacio suficiente para que caminara y la madre, pero con rejas para que no la atacaran los bajos. Está completamente segura, dije.

Pero ¡oh! Pinche vida irónica y culera, que te viene a mostrar lecciones a través de cachetadas de guante blanco, a través de mal sabores y a través de embarazos en adolescentes y ETSes. Perra inmunda, aliada de parásitos y bichos infernales.

¿Qué hizo la condenada esta vez? ¡Me envió hormigas la cabrona! Hormigas rojas y malévolas, marchando al son de minitambores y minitrompetas. Atacaron a mi tortuga sin yo darme cuenta, por la noche.

En la mañana que desperté, fui a ver como estaba y ¡horror! Ahí estaba su cuerpo seco, infestado de hormigas que se reían y emborrachaban con sus carnes y brebajes corporales. ¡Hijas de puta! -Grité.

No pudo escapar, condenada a muerte por ese verdugo traicionero, el acero, el cual creía le defendería.

Nota mental: Acá pues...

Sheko.

3 comentarios:

Diablorama dijo...

jajajajaja

no mames, ahi el unico culpable fuiste tu cabrooon jajaja

pobre tortuga

el teletubi dijo...

tal vez la tortuga andaba en malos pasos,. .. quiza fue un ajuste de cuentas tipo "vendetta".

Anónimo dijo...

Si, me has contado esa historia muchas veces, pero siempre es igual de triste =(
Hoy pise a una hormiga sin querer.