Speechless
Una calurosa mañana despertó, justo en medio de sus setenta y tantos, bajo la luz naranja que atravesaba su ventana e iluminaba las motas de polvo que volaban por el aire. A su lado, la maldita sensación de abandono, acompañando a ese siempre presente pensamiento abrumador, aquél que tanto le atormentaba por las mañanas.
"Si me muero aquí, nadie se dará cuenta."
Y esa sensación fría volvía a recorrer su espalda una vez más...
...tal vez, sea el hedor quién delate su presencia.
Nota mental: Optó por dejar de lado sus baños.
Sheko.
2 comentarios:
motas de polvo?,... no sera polvo de motas?
..
No sería mala idea, asi seria mejor dejar la casa toda puerca.
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