If love was red, then she was colorblind

Ahora es que me doy cuenta que día a día nos hemos de convertir en novelas, personajes inmersos en capítulos que, bien narrados o mal narrados, dependerán de nosotros. Siendo autores, protagonistas, antagonistas y hasta secundarios a la vez.

Y es verdad esto: no es lo mismo pensar ‘ojala que no me busques’ a pensar ‘ojala que no me encuentres’ y sin embargo nunca queremos que nos busquen mas siempre queremos que nos encuentren.

Hoy quieres que te busquen y quieres que te encuentren sin siquiera tú haber hecho un intento. Porque no solo te has saltado un párrafo en la historia, te has saltado capítulos enteros y casi llegando al final, te da por regresarte, pero aquí no se trata de eso.

Has escogido retomar tus pasos, regrésa a la página 13 y continúa tu lectura…Oh! Que sorpresa, has caído en una fosa y no puedes salir, aprende a leer de corrido tus historias.

Podría ser el héroe al rescate del desamparado.
Podría ser la soga que cae por la orilla de la fosa.
Podría ser la mezcla de Jones con Bond y buscar un tesoro antiguo junto a mi Femme Fatale.

¿Cómo quieres que busque? Si en rebuscar me perdí a mí mismo. Vaya que no en cualquier laberinto, en el cual el Minotauro es el más ínfimo de sus habitantes. Peores monstruos hay, tales como Amor, ya que hay algunos que sólo mueren junto con el Yo y como Yo aún vive, haciendo las veces de Nosotros, solo encontrando el hilo con rumbo a la salida ha de poder escapar...

Mas no por eso habrá de acabar.

Nota mental: Puta, que viaje.

Sheko.