sábado, septiembre 09, 2006

Carreteras

"Ven, toma mi mano. Caminemos despacio hacia aquel desconocido paraje justo al fondo de la vida mas alla de ti, mas alla de mi."

Una de las metas del Budismo es desligarse de todo las ataduras de la vida, sentimientos incluidos, para asi poder realmente elevar la mente sin ningun obstaculo o remordimiento. Imagino que ha de ser dificil y tambien imagino que el lograrlo implica un gran temple por parte de la persona y que al final, tal vez vale la pena. Imagino muchas cosas, nada mas.

Muchas veces nos gusta pensar que no ocupamos de nadie mas que de nosotros mismos para desarrollarnos exponencialmente. Personalmente tengo demasiados conflictos por lo mismo, en realidad creo que el hombre necesita una gran y valiosa soledad para completarse. Pero no una soledad amarga, mas bien, una soledad donde puedas, por lo menos, escuchar tus pensamientos, aclarar la mente.

Aquel que siempre esta rodeado de gente, aquel que siempre escucha a otros menos a si mismo en verdad que esta perdido. Y no digo que hay que ser personas tristemente solitarias, yo no soy asi(nadie deberia serlo), hay que disfrutar a los amigos que ayudan a crecer(ojo aqui), pero no hay que temerle a las paredes de nuestra mente. Vive en companhia.Disfruta tu soledad.

Ya una vez lo dije en el pasado, hay que hacer el viaje de la vida uno solo, pero no en solitario. Tal vez es por eso que me gusta tanto viajar, ir en carretera es otro pedo. Bon voyage!

Nota mental: Y lo mejor de este viaje es que no hay limite de velocidad.

Sheko.

...no psz wow!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estar en soledad cuando no piensas mucho es lo máximo! xD
pero cuando tienes muchas cosas que pensar? =(

¿Y si en realidad no caemos? :)

Diablorama dijo...

yo estuve perdido... o no se si todavia lo estoy, ultimamente me escucho a mi mismo mas de lo usual...

Anónimo dijo...

Al hombre se le define como un 'zoon politikon', esto es, un animal de gremio, de contacto, de comunicación y organización con otros para sobrevivir.
Pero vale la pena incluir entre esos 'otros' a uno mismo. Escucharse, aprender a escuchar la voz interior sin que se confunda con el eco mareador del exterior.
Pero, definitivamente, solos no podemos estar... me pregunto ¿que haríamos con el amor si asi fuera?
Un abrazo. MOISÉS.