"Muchas veces quisiera saber que es lo que realmente pasa por tu cabeza, que es lo que escondes dentro de tu vivaz mente. He entendido a mis padres, he entendido a mis amigos, he entendido al mundo, incluso me he entendido a mí y en veces a la vida. Pero tú, tú eres mi pequeño enigma, ese que obliga a mis sentidos a comprender lo incomprensible mientras ignoras mi batalla."
Estaba oscureciendo cuando me desperté, estaba al aire libre y una leve brisa recorría mis piernas seductoramente, la Luna coqueteaba con mi iris. Sentía como si hubiera dormido durante días, mi espalda estaba cansada y mis piernas aún amodorradas, tuve que sacudirme un poco para alejar al sueño de mi cuerpo.
¡Hola!-Me dijo una niñita-
Estaba esperando a que despertaras, sígueme.La niñita comenzó a correr con su vestidito rosa con lunares blancos señalando un curioso camino que me recordaba a los cuentos que mi padre me contaba cuando era pequeño. Estaba demasiado cansado como para correr así que me dí la media vuelta y busqué una buena piedra donde sentarme.
¿Pero qué es este lugar?Estaba oscureciendo cuando me desperté, estaba al aire libre y una leve brisa recorría mis piernas seductoramente, la Luna coqueteaba con mi iris.
¿Qué acaba de pasar?-Me dije. Acababa de volver al lugar exacto donde me había despertado anteriormente. Todavía no aclaraba bien mi mente.
¡Hola!-Me dijo la niñita-
Estaba esperando a que despertaras, sígueme.Y la niña corrió de la misma forma como lo había hecho en nuestro encuentro anterior. Antes de que algo más pasará corrí tras ella. Nos dirigimos a un pueblito típico de los días de antaño. Techos de paja, infraestructura de piedra o madera y en el centro del pueblo un parque rodeado de olmos.
¡Aquí estoy!-Me gritó de entre la multitud mientras agitaba su brazo-
Por primera vez la pude ver detenidamente. Tenía las facciones de una pequeña niña mimada e inocente, pero con un aire extraño que no pertenecía a la edad que aparentaba.
¿Dónde estamos?¿Cómo se llama este lugar? Disculpa,¿Cómo te llamas? No nos hemos presen...¡Shhhh!-Me dijo ella con sus ojos bien abiertos y tapandome la boca con un dedo-
Aquí no podemos hacer preguntas. Solo Él las puede hacer y si no sabes la respuesta...uno nunca sabe que puede pasar.¿Y quién es Él?-Pregunté yo ignorando su advertencia.
¿Quién se atreve a hacer preguntas en este lugar?-gritó un hombre alto y gordo.
Supuse que él era de quien me había advertido la niñita. "Que por cierto no me dijo su nombre" pensé.
¿Cómo es que te has atrevido a hacer preguntas sin mi previa autorización? Jamás te había visto por estos lugares pero eso no es pretexto, te tendré que castigar por tu actitud.
¿Cuál podrá ser tu castigo? Tengo que pensar una buena pregunta para que te sirva de lección. ¡Ah! Ya lo se-Una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro-
Dime, ¿Cuál es el secreto de la vida?N-no-no lo séEstaba oscureciendo cuando me desperté, estaba al aire libre y una leve brisa recorría mis piernas seductoramente, la Luna coqueteaba con mi iris.
¡Maldita sea!-grité. ¿Cómo demonios se suponía que iba a saber esa respuesta?
¡Hola!-Me dijo la niñita-
Estaba esperando a que despertaras, sígueme.¡Espera!-Le grité a la niña antes de que siguiera corriendo-
De casualidad ¿Sábes cuál es el secreto de la vida?Se acercó a mi oído y susurró una pequeña frase.
¿Cómo es que lo sabes?-Dije y ella tan solo me guiño el ojo. Definitivamente esa niña no era nada inocente.
Volvímos al mismo lugar en el que habíamos estado unos minutos antes.
Quédate aquí¡Hey! ¿A dónde vas? ¿Por qué me dejas aquí?-Grité ignorando, de nuevo, las advertencias que me había dicho la niñita.
Y como la vez anterior, el hombre gordo salió de entre la multitud apuntandome con su obeso dedo y gritó:
¿Cómo es que te has atrevido a hacer preguntas sin mi previa autorización? Jamás te había visto por estos lugares pero eso no es pretexto, te tendré que castigar por tu actitud.
¿Cuál podrá ser tu castigo? Tengo que pensar una buena pregunta para que te sirva de lección. ¡Ah! Ya lo se-Una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro-
Dime, ¿Cuál es el secreto de la vida?El pueblo entero guardó silencio. No se sentía ni el más mínimo ruido ni la más leve corriente de aire. Todo era quietud.
Aprovecharla al máximo, disfrutar las desventuras y no perder las oportunidades pues vidas, sólo hay una.-Grité a todo pulmón
Entonces ¿Qué rayos haces en éste lugar?-¡Estamos teniendo pulso de nuevo!-
-Ya está volviendo en sí-
-¡Vamos tu puedes!-
-Está abriendo los ojos-
-¿Me escuchas?-
Asentí con la cabeza y sonreí.
Sheko.
...no psz wow!!